Lesiones deportivas del miembro superior: hombro, brazo y codo
Síndrome de impigement, lesión por pinzamiento, ?hombro del nadador?
Cuando se requiere el uso continuado de los brazos por encima de su posición en horizontal o incluso de la cabeza, como ocurre en los que nadan estilo libre o mariposa, pero también en deportes de lanzamiento, se produce un choque entre la cabeza del húmero y el proceso acromiocoracoideo.
Los tejidos blandos situados en este espacio, por la compresión, pueden sufrir inflamación, siendo el más afectado el tendón del supraespinoso. El conflicto es mayor si además existen factores anatómicos que favorecen la disminución del espacio subacromiocoracoideo34 (acromion ganchoso o con osteófitos, engrosamiento del ligamento acromiocoracoideo).
En fases iniciales el cuadro clínico corresponde a una tendinitis aguda con dolor en el hombro durante o al terminar la actividad; el proceso puede cronificarse por fibrosis e incluso por desgarro y rotura del manguito, provocando un dolor continuo e incapacidad funcional; las pruebas diagnósticas están encaminadas a localizar el dolor por compresión o impactación, como elevar o separar pasivamente el brazo con la rotación interna del hombro; cuando el dolor es continuo, también se realizan pruebas funcionales isométricas.
El tratamiento, en estadios iniciales, es suficiente con reposo deportivo, intentando corregir los gestos que producen dolor, más AINE; los estadios más avanzados pueden requerir tratamiento fisioterapéutico e incluso cirugía, sobre todo si asocian desgarros o roturas del manguito.
Los ejercicios que fortalecen el manguito ayudan a estabilizar la cabeza humeral en la glenoides, evitando su ascenso y que el cuadro se perpetúe debido al pinzamiento; éstos son isométricos e isotónicos con peso progresivo y centrados en la rotación externa, la interna y la abducción..
Tendinitis del manguito rotador
Puede ser aguda o crónica y el tendón que primero se afecta es el del supraespinoso; casi siempre es debida a un síndrome de pinzamiento y se caracteriza por dolor que se incrementa al elevar, separar y hacer rotaciones del brazo. El diagnóstico es eminentemente clínico y se basa en pruebas funcionales de movilidad.
Se trata con reposo y AINE; el uso de infiltraciones con esteroides puede ser beneficioso si no existe mejoría clínica; los ejercicios pendulares balanceando el brazo a favor de la fuerza de gravedad se hacen en las primeras 48-72 h para evitar rigideces; una vez desaparezca el dolor, se aconseja el fortalecimiento de la musculatura del manguito igual que en el síndrome de pinzamiento.
Un dolor intenso o crónico que no mejora, la imposibilidad para la movilidad activa y la caída brusca del brazo cuando se eleva a 90º nos pueden hacer pensar en una posible rotura; en ese caso se debe derivar al paciente al traumatólogo para su confirmación y tratamiento.
Hombro inestable
La inestabilidad del hombro, más frecuente en la parte anterior, se debe a lesiones en el rodete glenoideo y la cápsula, secundarias a una luxación traumática o a lesiones degenerativas producidas de forma crónica.
Determinados gestos deportivos, como el lanzamiento o ?el servicio? en el tenis, pueden producir dolor, chasquido e inseguridad articular, lo que obliga en ese momento a dejar la actividad; la exploración intenta reproducir la subluxación y los síntomas con maniobras que colocan el hombro en abducción y rotación externa, mientras se empuja la cabeza humeral hacia delante (fig. 14).
El diagnóstico de certeza incluye proyecciones radiológicas especiales e incluso resonancia magnética; su tratamiento es fundamentalmente conservador con ejercicios de rehabilitación; la cirugía reparadora tras una primera luxación puede reducir el porcentaje de recurrencia de este síndrome según estudios recientes.
Esguinces acromioclaviculares
Son frecuentes por caídas con choque directo sobre el hombro cuando se monta en bicicleta o se practica yudo. Los grados II y III con rotura ligamentosa se exploran con el signo de la tecla, observando cómo el desplazamiento craneal del extremo distal de la clavícula se reduce por presión directa; deben ser valorados por el traumatólogo; el grado I con dolor y leve tumefacción se trata con reposo deportivo e incluso la inmovilización del hombro según el dolor, la temprana rehabilitación que evite rigideces36 más AINE y crioterapia.
Tendinitis bicipital
El tendón de la porción larga del bíceps se afecta cuando se somete a estrés excesivo, como en el levantamiento de pesas
o en actividades deportivas con lanzamientos repetitivos.
La inflamación produce dolor en la cara anterior del hombro, que se incrementa con elevaciones del brazo, así como con la flexión y supinación resistida del codo; en ocasiones, puede producirse la rotura tendinosa, apreciándose de forma evidente la protuberancia en la porción distal del brazo, que produce el vientre muscular roto, con la contracción.
Se trata con reposo, crioterapia y AINE; pueden utilizarse infiltraciones locales con esteroides si no existe mejora de los síntomas, siempre con la precaución de no infiltrar el tendón ya que produciría debilidad en el mismo. El tratamiento de la rotura es conservador37, ya que el músculo se inserta más abajo en el húmero sin apenas secuelas funcionales, reservando la cirugía para casos de deportistas jóvenes que puedan beneficiarse de ella.
Tendinitis de codo o ?codo de tenista?
La epicondilitis constituye una de las alteraciones más frecuentes en el codo, tanto asociado a la práctica deportiva como fuera de ella. Se produce por inflamación en la inserción de los músculos epicondíleos, fundamentalmente el segundo radial y el extensor común de los dedos. Se caracteriza por dolor a la palpación en el epicóndilo y al realizar extensión y supinación contrarresistencia de la muñeca.
El tratamiento consiste en reposo deportivo, AINE e inmovilización funcional mediante vendaje u ortesis. En caso de fracasar el tratamiento, se optará por la infiltración local con corticoides, con respuesta satisfactoria entre el 82 y el 96% de los pacientes según las series38; en casos crónicos muy sintomáticos puede ser necesaria la cirugía.
En el tenista aficionado hay que insistir en una técnica correcta y en el material adecuado39 (tamaño de la empuñadura y tensión de las cuerdas en la raqueta adaptado al jugador).
Epitrocleítis o ?codo de golfista?
Se origina por la afección en su inserción de los músculos flexores, fundamentalmente el flexor superficial de los dedos. Se caracteriza por dolor a la palpación en la epitróclea y a la flexión y pronación contrarresistencia de la muñeca. El tratamiento es similar al descrito para la epicondilitis